lunes, 27 de febrero de 2012

Crecer.

Uno no se da cuenta cuando las cosas comienzan a cambiar. Poco a poco empiezas a adquirir nuevas responsabilidades, como cuidarte más, hacer tus tareas, pedir permiso y cumplir con la hora. Luego, debes tomar decisiones importantes, como qué vas a estudiar y a qué quieres dedicar tu vida. Debes prepararte profesionalmente y pasar por muchas cosas antes de darte cuenta que, quizás de golpe, creciste.

No es fácil asumir las nuevas responsabilidades. Para mí, crecer nunca fue una prioridad. Me gustaba ser niña, regalona siempre, incluso hasta el día de hoy. Mi mamá tomaba gran parte de mis decisiones según lo que era mejor para mí, pero desde hace ya un par de años, soy yo quien decide lo que quiere, y aún no puedo decir si me gusta del todo. Creo que de hecho me cuesta.

No digo que sea malo, por el contrario, comenzar a sentirte mas independiente se siente bien, pero es complejo el proceso. A veces sigo sintiendo que necesito la protección de mi mamá en todo momento, hasta que me doy cuenta de que ya (me cuesta hasta decirlo) soy una adulta.

Nadie dijo que sería fácil! Que bueno, porque no lo es. Me da nostalgia crecer, saber que en un par de días comenzará mi vida laboral, trabajaré por fin en lo que estudié en la Universidad. A mis 22 años, seré una adulta, profesional, responsable e independiente económicamente. Emocionalmente, creo que dependeré toda la vida de mi madre y del resto de mi familia. Soy demasiado regalona, lo asumo, pero me gusta, me hace sentir segura de mi misma saber que ellos están para apoyarme. Llevo algunos años siendo grande, creo que puedo seguir siéndolo, y hacerlo bien, mientras pueda llegar a mi casa después del trabajo y tirarme en el sillón a regalonear con mi familia y sentirme pequeña otra vez.

Tengo planes para mi futuro, muchos de hecho. Quiero seguir estudiando, perfeccionando lo que estudié. Quiero muchas cosas! Cosas que sé lograré. Mientras, intentaré dar lo mejor de mí, mirando hacia atrás con cariño, nostalgia y orgullo, disfrutando del presente, y mirando al futuro con altura de miras, y resignándome al hecho de que seguiré creciendo, para convertirme en una mujer hecha y derecha, aún sabiendo que soy la niña regalona de la mamá por dentro, y ESO SI QUE NO VA A CAMBIAR JAMAS! :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario